martes, 7 de abril de 2009

Estudiando ballenas azules en Chile – Primera Parte

Desde el año 2004, el Centro de Conservación Cetacea (CCC) de Chile desarrolla con gran éxito el Proyecto Alfaguara (ballena azul) en las aguas del noroeste de la Isla de Chiloé. Su objetivo es garantizar la efectiva recuperación de la población de ballena azul del hemisferio sur en aguas chilenas, a través de la investigación y monitoreo sistemático de la especie, el desarrollo responsable del turismo de avistaje de fauna marina de base comunitaria y la participación activa e informada de la ciudadanía en la adopción de medidas de conservación. Esta zona del Pacífico Suroriental es una importante área de alimentación para varias especies de ballenas. Con la mayor abundancia relativa de ballenas azules en el Hemisferio Sur, es crítica para la conservación de esta especie emblemática.

Durante los últimos seis años, el Instituto de Conservación de Ballenas y CCC han trabajado conjuntamente en diversas estrategias de conservación marina en América Latina. Desde el mes de febrero, ambas organizaciones iniciaron una nueva etapa de colaboración científica, pues el Dr. Mariano Sironi, Director Científico del ICB, fue invitado por CCC a participar como investigador para estudiar las ballenas azules en Chiloé. Junto a Bárbara Galletti y Elsa Cabrera, quienes llevan adelante el Proyecto Alfaguara, trabajan como asesores e investigadores asociados el Dr. Robert Brownell del Southwest Fisheries Center (NOAA) y la Dra Carole Carlson del Center for Coastal Studies, ambos investigadores de Estados Unidos de reconocida trayectoria en el estudio y la conservación de cetáceos.

Actualmente se reconocen dos subespecies de ballena azul en el Hemisferio Sur: la ballena azul pigmea (Balaenoptera musculus brevicauda) en la zona Subantártica, y la ballena azul antártica (B. m. intermedia) que se encuentra en la zona Antártica durante los meses de verano. Estudios previos han demostrado que la longitud de las ballenas azules hembra capturadas en Chile por la industria ballenera es intermedia entre las de estas dos subespecies.

Adicionalmente, registros acústicos y estudios genéticos dan cuenta de su singularidad. Por ende, las ballenas azules avistadas en Chiloé podrían representar una población única o una subespecie diferente.

Las ballenas azules pueden identificarse individualmente por el patrón de pigmentación moteado de sus flancos cerca de la aleta dorsal. Las inspecciones marinas realizadas a bordo de la embarcación de investigación Alfaguara de CCC, hasta ahora han tenido como objetivo la fotoidentificación de ballenas azules. A la fecha, el catálogo está compuesto por 250 individuos. En febrero, a este objetivo se agregó además la obtención de muestras de piel o biopsias. Esto fue todo un desafío, dadas las características propias de estos gigantes del mar, conocidos por su natación rápida y comportamiento evasivo en mares abiertos de fuerte oleaje. Sin embargo, el resultado de largos días de trabajo en equipo por los investigadores de CCC y el ICB fue la recolección de las primeras 12 biopsias de las ballenas azules del noroeste de Chiloé, las que serán analizadas para estudiar la estructura genética de esta población.

Las ballenas azules son los animales más grandes que han existido en nuestro planeta. Sus dimensiones colosales superan incluso a las de los dinosaurios de mayor tamaño. Por ejemplo:

• La hembra adulta de mayor longitud registrada durante la cacería comercial midió 33 metros, algo más que una fila de tres colectivos juntos

• En promedio, los adultos pesan unas 150 toneladas, lo que equivale al peso sumado de más de 2.000 personas

• Nadan a una velocidad promedio de 12 nudos, con máximas de 20 nudos

• Al nacer los ballenatos miden 7 metros y pesan 3 toneladas, o el equivalente al peso de más de 3 automóviles de tamaño mediano

• Sólo la lengua de un adulto pesa lo mismo que un elefante

• Su soplido, visible por el vapor que exhala, alcanza los 9 metros, es decir, lo mismo que un edificio de 3 pisos

• El ballenato recién nacido toma unos 190 litros de leche por día y aumenta 4 kg... ¡por hora!
Esta cooperación científica internacional iniciada por ICB de Argentina y CCC de Chile se continuará en futuras temporadas de estudio de las ballenas azules del noroeste de Chiloé, para seguir aprendiendo sobre la biología de estos fascinantes animales y así contribuir activamente con su conservación.

El Dr. Mariano Sironi agradece especialmente a Elsa Cabrera, Bárbara Galletti y todos los integrantes del Centro de Conservación Cetacea de Chile por su hospitalidad sin igual. Agradece también a los habitantes de Puñihuil y Ancud y los felicita por sus esfuerzos por la conservación del patrimonio natural y cultural de la Isla Grande de Chiloé.

Fuentes:
-Estado de Conservación de la Ballena Azul en Chile. 2008. Bárbara Galletti Vernazzani, Carole A. Carlson, Elsa Cabrera y Robert L. Brownell Jr. Informe Técnico del Centro de Conservación Cetacea – Chile.
-Blue Whales. 1997. John Calambokidis y Gretchen Steiger. Voyageur Press.

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